¡Hola
lectores! La verdad es que en estos días no me dio mucho por escribir en el
blog. Entre los festejos por las Fiestas y las lógicas ganas, luego de un año
bastante movido, de tener unos días para
dedicarme a hacer nada más que cumplir con el horario y las obligaciones
del trabajo, como que fui relegando cosas a un segundo, tercer y hasta cuarto
plano. Además, con el clima que está haciendo y una pileta cerca, realmente no
había mucho incentivo para estar frente a una computadora escribiendo. Eso va a
cambiar cuando se invente la computadora resistente al agua (no sé qué tan
práctica sería, pero la tecnología ha logrado cada cosa que…).
De todos modos, me puse las pilas y acá estoy, escribiendo este post para cerrar el año bloguero.
Primero que
nada, quería desearles a todos unas muy ¡Felices Fiestas!
Y ya que
estamos hablando de las Fiestas, ¿qué mejor que unos minutos de reflexión,
entre tanto festejo y buena vida, para pensar por un ratito en otras cosas?
Porque sí, las Fiestas son ese momento en el que casi todos festejamos, comemos
hasta hartarnos y más todavía, recuperamos
los kilos perdidos en el año o nos
creamos un lastre intolerable para la playa (depende cómo querramos verlo),
vemos a nuestras familias y amigos, salimos en las noches del 24 y el 31…en
fin, no me va a alcanzar el post para enumerar todas las cosas que se podrían
hacer. Pero también son un muy buen momento para acordarnos de ese amigo
nuestro que no la está pasando tan bien, que le falta el dinero, o el afecto, o
ese familiar que nunca nos bancamos pero
en el fondo es bueno. O esas personas que dejamos de ver y que la rutina o
la falta de impulso hicieron que se nos alejara más y más y que ahora hace un
montón que no hablamos. Este período de Fiestas, quizás, es el momento ideal
para retomar contactos.
Ojo, yo
nunca fui un defensor de los balances de fin de año, de las listas de cosas para hacer en el año ni de
artilugios de ese calibre. Siempre me parecieron demasiado masoquistas, en el
sentido de que uno termina volcando las miserias de la vida, lo que salió mal
en el año, lo que no pudimos hacer y que nos habíamos propuesto el primero de
enero de la vuelta solar que está acabando. Sin embargo, si podemos abstraernos
de estas cosas y hacer buen uso del tiempo que tenemos para pensar, o
directamente no hacer retrospectiva, encontraremos en el tiempo entrefiestas un excelente momento para
dedicarnos a lo que no podemos en el resto del año, o simplemente a disfrutar. Por
algo se llaman “fiestas”, ¿no?
Y este
cierre de año, tan bueno para la mayoría de nosotros, nos puede también servir
para acordarnos de gente que no es allegada nuestra, pero que, en todo caso,
sufren contingencias que nos pasan cerca. Hablo de quienes en este momento
están viendo sus casas, sus bienes, todo por lo que han luchado, ser llevado
por la fuerza del agua en Concordia, y los que lo sufrieron en Luján y otras
ciudades a mediados de año (y que seguramente ahora mismo deben estar
reconstruyendo a pulmón lo que
tenían). Los que, en Buenos Aires y conurbano, sufren por los cortes de luz y
la falta de agua. Y tantas otras personas que sufren desastres naturales. Vale
la pena pensar en ellos, acordarse de que hay gente verdaderamente en
problemas, y quizás así podamos darnos cuenta de que, muchas veces, las cosas
de las que nos quejamos son insignificantes, de que somos mucho más agraciados
de lo que creemos. Creer que somos agraciados, muchas veces, es la base de que
se nos den las cosas buenas.
Yo estas
Fiestas las pasaré en compañía de mi familia y eventualmente de amigos a los
que veré a lo largo de los días. Y seguramente en enero, mes en el que se van
todos de vacaciones y la ciudad queda ¡por fin! con mucha menos gente y es más fácil
moverse, ir de compras, todo… retomaré algunas de las cosas que había dejado en
diciembre. Como leer, la guitarra, escribir y sigue la lista.
Así que no
me queda más que desearles un muy feliz Año Nuevo, y esperar que el 2016 sea
aún mejor que el 2015!!
Y ustedes, ¿qué esperan del 2016?
Y ustedes, ¿qué esperan del 2016?
Hola, Esteban!
ResponderBorrarQue lindo, y muy cierto, lo que decís!
El mejor 2016 para vos! Un beso grande!
Mel.-
Hola!! Coincido con Mel.. es muy lindo lo que escribiste y tenes mucha razón. Creo que debería seguir tu consejo y retomar contactos de amigas de la secundaria. Hace poco pasé un momento muy duro y siempre estuvieron apoyándome en todo a pesar de que hace rato que no nos vemos! Creo en los malos momentos es cuando aparecen los verdaderos amigos.
ResponderBorrarYo soy de Entre Ríos y me pone mal todo lo que está pasando en Concordia y otras ciudades de la provincia. Espero que el próximo año les traiga paz y un nuevo comienzo a todas las familias inundadas.
Que tengas un muy feliz año nuevo vos también!
Besos
Hola! Excelente entrada! Muy lindo lo que escribiste!
ResponderBorrarEspero que empieces un 2016 con todo!
Saludos!
Que lindo todo lo que escribiste. Ojalá el 2016 sea un gran año para vos. ¡Feliz año! Te sigo, te invito a pasarte por mi blog
ResponderBorrarUn beso